DEACON TOM ANTHONY

Sunday, May 17, 2015











Lectura sugerida: Marcos 15: 16-20

 "El que creyere y fuere bautizado, será salvo." Ser parte de la comunidad cristiana y reconociendo a Jesucristo como nuestro salvador debe ser una parte fundamental de nuestras vidas. No se debe poner en el fondo sino que debe ser una parte importante de nuestra identidad. Debe servir como una característica definitoria de nuestras acciones y forma de vida. Tenemos que tener cuidado de evitar nuestra identidad cristiana de ser puesto en segundo plano para servir como una dinámica cultural y nada más. Con demasiada frecuencia, la sociedad y las exigencias de la vida cotidiana menospreciar la experiencia cristiana y desvían la atención de ella; reduciendo así su influencia global.

Jesucristo describe los efectos de la gracia santificante y la recepción del bautismo. Hay una reacción definida espiritual, mental y físicamente a su presencia. Cuando alguien viene hacia adelante para recibir el bautismo, es un momento de transformación. Es en ese momento la persona se convierte en un miembro de la Iglesia, es reclamado por Cristo, y su derecho de nacimiento como un hijo de Dios se realiza. La gracia santificante es necesario para la salvación también se otorga a esa persona y se les ofreció una protección especial de los males y las tentaciones del mundo.

Ser testigo de alguien como un bautismo de adultos que recibe es una bendición maravillosa. El Espíritu Santo está presente de una manera muy especial. Hay lágrimas de alegría en toda la comunidad y una energía espiritual que es difícil de describir. Es a través de esta presencia que los milagros abundan. La descripción que ofrece el Evangelio de Marcos no puede ser subestimada. Es demasiado fácil de leer las palabras y no entender el significado. A todos nos ha comisionado a proclamar el Evangelio, vivir nuestra vida con Jesucristo, y experimentar una existencia transformadora. Tenemos que dejar que nuestro derecho de nacimiento tiene un impacto en todo lo que decimos y todo lo que hacemos. Esta fue la intención de Jesús.

Sí, la gracia santificante y una vida con Jesús asegurará la salvación. Más allá de eso, hay que dejar que este conocimiento nos da la felicidad y el éxito en esta vida. No podemos ignorar esta vida mientras que se centra exclusivamente en la siguiente. Si hacemos esto, perdemos hermosa creación de Dios que está a nuestro alrededor y que somos una parte intrincada de. Esta es la clave de la felicidad y de la experiencia de sentir el amor de Dios. Cuando lo ponemos de nuevo en Su creación podemos entonces entender mejor este mundo, nuestro propósito, y esta vida. Esta vida es muy bonito. Sólo se necesita una forma más oscura cuando Dios es ignorado y nuestra propia voluntad se actúa sin tener en cuenta a Dios. Nada, absolutamente nada puede salir mal cuando Dios se tenga plenamente en cuenta y nos rendimos a Él. Cuando eso sucede, las cosas hermosas suceden en una progresión natural y que son capaces de sentir todos los días. Una vez que lo experimentamos, vamos a tener sed de más y de una vida más perfecta con Dios.

Pablo describe en su carta a los Efesios la riqueza, de herencia, de la sabiduría, y el poder que le espera a todos los que creen. Todos podemos ser partícipes en este destino si sólo dejamos que el Espíritu Santo haga su obra en nuestras vidas. Debemos dejar que Dios nos ama y la experiencia que el amor si queremos ser felices. Eso es todo lo que Dios quiere para nosotros: que seamos felices y que lo amamos.

Diácono Tom

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