Jesús nos dice que
el Espíritu es el que da la vida, mientras que la carne es en vano. Debemos
recordar estas palabras si vamos a abordar nuestra relación con Cristo
correctamente. Demasiadas veces nos tienden a centrarse en lo que es justo en
frente de nosotros, nuestros obstáculos y problemas, en vez de explorar más
allá de los aspectos físicos de nuestra existencia en el espiritual donde
verdaderamente podemos encontrar a Dios. Esto puede ser difícil porque es la
física que nos abruma y nos hace olvidar de la relación más importante que
tenemos. Nuestra existencia está entrelazada con el Dios Padre que es nuestro
creador, Dios el Hijo, que es nuestro Redentor, y el Espíritu Santo el que trae
el amor para todos nosotros. Es imposible ser feliz dentro de la creación de
Dios, si no somos capaces de reconocer y actuar sobre las relaciones que
definen exactamente quién somos.
Al igual que
nuestras relaciones humanas y nuestras experiencias dentro de ellos influyen en
nuestro desarrollo, lo mismo puede decirse con Dios. Cuanto más nos
relacionamos con Dios, más se puede influir en nosotros; cambiar nuestra
perspectiva de las cosas, mientras que el desarrollo de nuestros pensamientos
para estar más en sintonía con sus pensamientos y lo que quiere para nosotros.
Cada día puede ser un día de descubrimiento con Dios. Las cosas están ajustados
y corregidos como nos acercamos a él, naturalmente. Hay una progresión natural
aquí: cuando viaje hacia Dios las cosas tienden a caer en su lugar y las cosas
se revelan poco a poco para nosotros. Mientras esto sucede, todas las cosas
pueden tomar un significado diferente, ya que se ven a través de la lente de
Dios en lugar de sólo con nosotros solo y con Dios, incluso el pedazo más
pequeño de la Creación y las acciones más pequeñas son importantes. Se nos
anima a ver a Dios en todo y experimentar todo con él. Eso es lo que nos llama
continuamente a hacer. Sólo cuando no escuchamos a ese llamado que nos
encontramos dudando y lastimar.
Hay una lucha que
pasa en cada uno de nosotros. Hay una discusión sobre si subconsciente para
disfrutar de nuestras vidas con Dios o alejarse de él una vez más para
perseguir lo que queremos llevar a cabo. Tenemos que reconocer que esta lucha
está ocurriendo para que podamos tomar las decisiones correctas; convirtiéndose
en la victoria en la final. La victoria sólo puede lograrse a través de
Jesucristo. Una de las claves de esta rendición es hacer un compromiso con él.
Puede ser pequeña al principio, pero que un acto pequeño puede abrir una compuerta
de los resultados. Podemos ser moldeado, corregimos y consolados por el hecho
de que él estará allí para nosotros como siempre lo ha sido. Ninguno de
nosotros está siempre solo. Nunca nos fuimos y nunca lo seremos si no queremos
ser.
Jesús en efecto,
quiere que seamos felices y vivir la experiencia cristiana con él, sino porque
él nos ama tanto que quiere que hagamos la elección de estar con él. Él nos
ofrece la salvación. Él nos llama a estar con él. Luego nos pide que tomar la
decisión: ¿estamos con él o contra él?
Diácono Tom
Diácono Tom
No comments:
Post a Comment