DEACON TOM ANTHONY

Sunday, July 10, 2016







Lectura 1 Dt 30: 10-14
Moisés dijo al pueblo:
"Si tan sólo se prestar atención a la voz de Jehová, tu Dios,
y guardar sus mandamientos y estatutos
que están escritas en este libro de la ley,
cuando regrese a Jehová, tu Dios,
con todo su corazón y con toda tu alma.

"Para este comando que yo te prescribo hoy
No es demasiado misteriosa y remota para usted.
No es en el cielo, para que digas,
"¿Quién va a subir en el cielo para conseguir que para nosotros
y nos dicen de ella, para que podamos llevarlo a cabo?
Tampoco está al otro lado del mar, para que digas,
"¿Quién cruzará el mar para conseguir que para nosotros
y nos dicen de ella, para que podamos llevarlo a cabo?
No, es algo muy cerca de ti,
en tu boca y en tu corazón;
es suficiente para llevarlo a cabo ".




MIS HERMANOS Y HERMANAS,

Las palabras de Moisés anillo de verdad tanto como entonces, como lo hacen hoy. Moisés está ofreciendo la solución más sencilla a todos nuestros problemas y frustraciones en nuestra vida. En cuanto a Dios y rendirse a Él es el primer acto que traerá muchos beneficios fructíferos. Estas recompensas pueden ser experimentados ahora ya lo largo de toda nuestra vida. Dios está junto a nosotros y nos espera a reconocerlo. Qué maravilloso es saber que Él siempre está aquí para protegernos y amor. Debido a todas las distracciones que nos encontramos comprometidos en, es muy fácil olvidar lo cerca que Dios es para nosotros. En realidad, si estamos realmente serio acerca de nuestra fe, debemos siempre hacemos y decimos todo con Dios en mente. Mientras él se mantiene central en nuestro pensamiento, se dará a conocer nuestra trayectoria clara. Dios debe ser nuestra amante, mejor amigo y confidente más cercano. Así se pierde mucho tiempo en tratar de empujarlo lejos para que no nos damos cuenta de que acercándolo es la clave para una vida mejor.

En nuestro quebrantamiento, tenemos una tendencia a ir hacia adelante sin Dios, pensando que él está lejos y no pueden saber lo que estamos haciendo. Pero Él está allí y con nosotros. Nosotros, como cristianos, no podemos olvidar esto. Nunca caminamos solos. En nuestro tiempo de necesidad, debemos recurrir a él. Cuando lo reconocemos, nuestra vida va a florecer dentro de la comunidad cristiana. Es a través de esta interacción con la comunidad cristiana que nuestro vínculo con Dios se hace más fuerte y las respuestas que buscamos más claro. La claridad y respuestas a una existencia alegre, no es eso lo que todos buscamos? Dios nos dice que dejar de buscar porque la respuesta está justo en frente de nosotros. Es él.

La Lectura del Evangelio de hoy se centra en la parábola del buen samaritano. En ella, el hombre, yace en el lado de la carretera, ignorada por los justos, que es atendido por un samaritano. ¿Quién es este Samaritano, el más bajo de la baja en la sociedad judía, que se toma el tiempo para curar las llagas y cuidar de un extraño? Es a través de las acciones de la samaritana que podemos ver nuestra relación con Jesucristo. Hay que ponemos, desesperado y maltratados, a lo largo del lado de la carretera. Tenemos mucho tiempo para la comodidad y la curación, pero no encontramos ninguno en el ámbito de la sociedad. Somos ignorados porque somos juzgados por los demás y hallados faltos. Nos sumimos en nuestra naturaleza pecaminosa. No hay nadie que nos ayude hasta que Jesús responde a nuestra oración por la misericordia. Es a través de esta respuesta al amor de Jesús que estamos curados a continuación y cuidado.

Jesús no sólo nos sane en el momento, porque También nos asegura que vamos a ser atendidos siempre. Somos nutridos aún más en la posada, que es representativo de la Iglesia Madre. Su presencia se siente más fuerte aquí, ya que se reúnen en la comunidad donde todos tenemos una responsabilidad para curar todos nuestros hermanos y hermanas. Es aquí donde nos involucramos en una experiencia compartida. Como hemos sido curados, miramos con anhelo por la carretera, esperando a que regresara en toda su gloria. Sin embargo, mientras esperamos, todavía sentimos su presencia a través del Espíritu Santo.

Todos somos un solo cuerpo por medio de Jesucristo. Reunidos, tenemos la capacidad de vivir una vida feliz y próspera.

Tom Deacon



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