DEACON TOM ANTHONY

Sunday, October 28, 2012






tu fe te ha salvado

En nuestra vida habrá momentos en los que todo se pondrá a prueba y se enfrentó con las cosas que nos desafían espiritual, mental y físicamente. Es una expectativa. Nadie está exento de esto. Esto representa una realidad que es inevitable. Como cristianos, tenemos que hacernos una pregunta: "¿Cómo se supone que vamos a abordar estos obstáculos que fácilmente podría poner a prueba nuestra fe en Jesús y nos llevan lejos de él?"


Debemos tomar nuestras respuestas a lo que las Sagradas Escrituras nos dicen y lo que muchos de nuestros hermanos y hermanas que nos hizo cuando se enfrentaron a las pruebas y tribulaciones. Es tan fácil descartar ellos y otras personas en momentos de crisis cuando la cosa natural que hacer es centrarse sólo en nosotros mismos. Esto es un error terrible y podría conducir a consequinces inimaginables. Nadie está realmente sola, y sólo cuando ellos quieren ser. El cristianismo es una comunidad, una familia que está unida por Jesucristo. Vivir en esta realidad, existe la expectativa de amor, apoyo y consuelo en la comunidad. También hay un amor incondicional que DEBE ser dada a todos los que residen en la comunidad.


Muchas veces, la sociedad nos enseña que cada individuo se eleva y cae sobre la base de sus méritos propios y faltas. Dios nos enseña que esto no es cierto. Sí, todos somos responsables de nuestras propias acciones, pero una vez que hay un RECONOCIMIENTO de un pecado o de crisis, la curación y la ayuda viene de Dios y la comunidad, no de una persona. Dios llamó al pueblo judío de regreso a la fe y la curación no individualmente, sino como una comunidad. Fue a través de la comunidad que la sanidad y reconciliación era posible. Es responsabilidad de la persona a responder, pero es gracias al apoyo de los muchos que todos recibimos nuestra fuerza. Es por eso que Jesús realizó milagros: no sólo para la persona que recibe el milagro, sino para que la comunidad pudiera testigo y por lo tanto tienen su fe fortalecida también. Es un acto colectivo.


A través del movimiento de la comunidad todo va hacia adelante con todo un objetivo común se logra. Nadie está solo. De pie solo y sentirse solo debilita el cuerpo vivo de Cristo aquí en la tierra. Cuando actuamos de forma individual, no podemos olvidarnos de la colectividad de nuestra naturaleza. Las acciones individuales afectan al conjunto como acciones del conjunto afectan al individuo. Es por eso que debemos mantener a Cristo en el centro de todos nuestros pensamientos y acciones. Debemos permanecer desinteresados en nuestra naturaleza.
Mientras estamos desinteresados, podemos encontrar a Cristo egoísta y desarrollar nuestra propia relación que a continuación se fortalecerá la fe de los demás.

Diácono Tom

 

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