DEACON TOM ANTHONY

Saturday, February 7, 2015







Todos venimos a un punto en nuestras vidas donde nos sentimos totalmente indefensos y sin esperanza. Nos encontramos en circunstancias fuera de nuestro control; forzado en una calamidad tras otra sin ningún avenida aparente de escape. Sólo hay infelicidad, sin esperanza de cambiar de rumbo. Este es un ejemplo de la vida sin Dios. Es nuestra naturaleza para separar a Dios de su creación y tratar de vivir nuestra vida sin él. Esto es cuando entramos en una existencia llena de monotonía y la falsa promesa. La belleza de la vida se pierde y el vacío se llena con los deseos mundanos que nos estimulan, por el momento, pero se desvanecen tan rápido como llegaron; dejándonos vacío una vez más. Este ciclo se puede repetir constantemente hasta que nos encontramos en un estado de ruina total.

La única forma de romper este ciclo es dar a la propiedad por completo en manos de Dios; reconociendo que él es el creador de todo el universo y señor sobre todos nosotros. Fuimos creados por amor, porque Dios a nosotros y nos aman amar a Dios en una relación mutua que, en un momento en el tiempo, era completamente perfecto. A través de nosotros y por nosotros, esa relación se rompió y no puede ser completamente reparado sin una rendición total a la de él.

A pesar de que esta rendición parece la solución más obvia a nuestros problemas que tienden a resistirse a ella; negarse a renunciar a ese control que queremos a pesar de que ha llevado a nuestro actual estado de cosas. Nosotros, en nuestra arrogancia, aún queremos seguir siendo dueños de nuestro propio destino, haciendo a nosotros mismos para ser esclavos de nuestros propios deseos sin importar las consecuencias. Se debe entender que nadie puede ser tanto maestro y el esclavo al mismo tiempo. Si vamos a ser uno que es mucho mejor ser un esclavo de aquel que nos creó. Nosotros no tenemos la capacidad o sabiduría para convertirse en el verdadero maestro cuando esa persona es quien nos creó.

Imagine que es un esclavo de Dios. Si hemos sido creados para el amor ¿no es obvio que nuestro maestro nos encantaría y pedir una sola cosa a cambio por completo? Eso sería sólo para amarle y serle fiel. Cuando esto ocurre, ¿no debería ser obvio que vamos a estar bien atendidos, consolados y encantó a cambio? ¡Oh, cómo nuestra ignorancia y el egocentrismo se interpone en nuestro camino. Somos nuestro propio obstáculo para completar y la felicidad absoluta. Lo que es aún más triste es el hecho de que ya sabemos esto y continuamos para ahogar a nosotros mismos en nuestra estupidez. Sin embargo, no estamos solos. Dios se ha apiadado de nosotros y deja la puerta abierta para que regresemos cualquier momento que deseemos con los brazos abiertos y un abrazo cariñoso.

Debemos hacer lo que las solicitudes Maestro. Mientras lo hacemos, seremos recompensados como cualquier esclavo tendríamos. Para entender completamente lo que el Maestro quiere sólo tenemos que vivir nuestras vidas con su ejemplo. Tomamos su amor y nos sumergimos en ella. A continuación, dejar que nos transforme en un ser más perfecto mientras reaccionan a este amor con las buenas obras; la difusión del mensaje de los Evangelios a todos los que escuchen y para aquellos que no lo hacen. Debemos celebrar nuestra vida de servidumbre y entender que es un gran privilegio tener. Una vez que se dio cuenta entonces de que podemos ganar el poder para liberarnos de las tentaciones y las fuerzas oscuras que amenazan con tirar de nosotros mismos hacia la oscuridad cada día. La vida se vuelve más simple y obvio. Somos los únicos que complican las cosas. Somos los únicos que están permitiendo a nosotros mismos al fracaso. Al final, tenemos que salir de nuestro propio camino y dejar que Dios haga su obra.

Él es capaz de tantas cosas.

Diácono Tom

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