DEACON TOM ANTHONY

Sunday, August 23, 2015





Jesús nos dice que el Espíritu es el que da la vida, mientras que la carne es en vano. Debemos recordar estas palabras si vamos a abordar nuestra relación con Cristo correctamente. Demasiadas veces nos tienden a centrarse en lo que es justo en frente de nosotros, nuestros obstáculos y problemas, en vez de explorar más allá de los aspectos físicos de nuestra existencia en el espiritual donde verdaderamente podemos encontrar a Dios. Esto puede ser difícil porque es la física que nos abruma y nos hace olvidar de la relación más importante que tenemos. Nuestra existencia está entrelazada con el Dios Padre que es nuestro creador, Dios el Hijo, que es nuestro Redentor, y el Espíritu Santo el que trae el amor para todos nosotros. Es imposible ser feliz dentro de la creación de Dios, si no somos capaces de reconocer y actuar sobre las relaciones que definen exactamente quién somos.

Al igual que nuestras relaciones humanas y nuestras experiencias dentro de ellos influyen en nuestro desarrollo, lo mismo puede decirse con Dios. Cuanto más nos relacionamos con Dios, más se puede influir en nosotros; cambiar nuestra perspectiva de las cosas, mientras que el desarrollo de nuestros pensamientos para estar más en sintonía con sus pensamientos y lo que quiere para nosotros. Cada día puede ser un día de descubrimiento con Dios. Las cosas están ajustados y corregidos como nos acercamos a él, naturalmente. Hay una progresión natural aquí: cuando viaje hacia Dios las cosas tienden a caer en su lugar y las cosas se revelan poco a poco para nosotros. Mientras esto sucede, todas las cosas pueden tomar un significado diferente, ya que se ven a través de la lente de Dios en lugar de sólo con nosotros solo y con Dios, incluso el pedazo más pequeño de la Creación y las acciones más pequeñas son importantes. Se nos anima a ver a Dios en todo y experimentar todo con él. Eso es lo que nos llama continuamente a hacer. Sólo cuando no escuchamos a ese llamado que nos encontramos dudando y lastimar.

Hay una lucha que pasa en cada uno de nosotros. Hay una discusión sobre si subconsciente para disfrutar de nuestras vidas con Dios o alejarse de él una vez más para perseguir lo que queremos llevar a cabo. Tenemos que reconocer que esta lucha está ocurriendo para que podamos tomar las decisiones correctas; convirtiéndose en la victoria en la final. La victoria sólo puede lograrse a través de Jesucristo. Una de las claves de esta rendición es hacer un compromiso con él. Puede ser pequeña al principio, pero que un acto pequeño puede abrir una compuerta de los resultados. Podemos ser moldeado, corregimos y consolados por el hecho de que él estará allí para nosotros como siempre lo ha sido. Ninguno de nosotros está siempre solo. Nunca nos fuimos y nunca lo seremos si no queremos ser.

Jesús en efecto, quiere que seamos felices y vivir la experiencia cristiana con él, sino porque él nos ama tanto que quiere que hagamos la elección de estar con él. Él nos ofrece la salvación. Él nos llama a estar con él. Luego nos pide que tomar la decisión: ¿estamos con él o contra él?

Diácono Tom

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