DEACON TOM ANTHONY

Sunday, July 12, 2015





SUGGESTED READING: MK 6:7-13
                            
Jesús envió a sus discípulos a cabo en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos y la capacidad de realizar milagros. Su misión era evangelizar a la fe y difundir la Buena Nueva del Evangelio. Gran parte de la misma manera que todos estamos encargados por Cristo para predicar la Palabra de Dios a través de nuestras acciones, conducta, y por medio de la distribución del conocimiento que poseemos ser hijos de Dios. Nadie está exento de esto. Hay quienes pueden sentir que son indignos o no poseen las habilidades con el fin de cumplir con la tarea, pero esto es más de un acto de Satanás añadiendo dudas e indignidad con el fin de disuadir a nosotros desde el camino de la salvación. La verdad es que todos somos poseedores de la Luz de Cristo y el Espíritu Santo habita en nosotros. Debido a que el Espíritu Santo es una parte intrínseca de nuestro cuerpo y somos toda la creación de Dios, tenemos la capacidad de hacer las cosas más asombrosas aunque sólo vamos a salir de nuestro propio camino. Todos nosotros podemos hacer la diferencia y todos nosotros somos una parte importante de todo el universo. Sólo tenemos que dar un paso adelante y empezar a vivir nuestra vida con Dios.

Desde el momento en que fuimos concebidos en el vientre de nuestra madre, desde el momento en que logramos la conciencia; no sólo entramos en este mundo, pero nos mandaron a cabo en ella. Nuestro compañero era Cristo. Él siempre ha caminado con nosotros y lo sigue haciendo. Puede que no hayamos sido conscientes de ello todo el tiempo, pero eso no quiere decir que no es cierto. La relación debe ser doble. Cristo no puede hacer todo el trabajo si vamos a experimentarlo. Es el mismo como lo es en todas las relaciones. En el fin de que se hacen más fuertes, debemos trabajar en ella, estudiarla, y sobre todo disfrutar de ella. Cuando somos llamados por Cristo, debemos responder. Cuando sentimos la alegría de estar con nosotros, hay que aferrarse desesperadamente y tratar de no dejarlo ir. Ha habido tantas otras cosas que nos han desviado de Cristo todavía nos han aferrado a estas cosas que, en su mayor parte, tuvieron consecuencias negativas para nosotros y nuestra felicidad. Por lo tanto, si ese es el caso, ¿por qué seguimos hacemos estas cosas a pesar de que el resultado en nuestras vidas es siempre negativa? ¿Por qué seguimos hacemos estas cosas, si en última instancia, nos hacen infeliz? Para experimentar verdaderamente Jesucristo estas preguntas plenamente que ser preguntado continuamente y tenemos que dar algún tipo de respuesta cada vez que los contemplamos. A través de este ejercicio vamos a estar más cerca de Cristo y entender cómo su amor por nosotros puede afectar todo de una manera positiva.

En la carta de Pablo a los Efesios que habla acerca de ser "sellado con la promesa del Espíritu Santo." También se nos ha sellado con esta misma promesa a través del Sacramento de la Confirmación. A través de este sacramento que recibimos el Santo Crisma en la frente para continuar nuestro camino con Cristo. Somos soldados de Cristo y anima a salir al mundo como ejemplos de nuestra fe. Lo que se puso en la frente es un reflejo de lo que está en nuestros corazones. Así como Jesús es la suma de todas las cosas que vinieron antes y será después, nosotros también somos representante de esta. Tenemos que ir adelante y hacerlo como lo hizo Jesús y enseñar lo que Jesús enseñó. A través de esto aprendemos más sobre nosotros mismos y en última instancia el Amor de Dios.

Diácono Tom

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