DEACON TOM ANTHONY

Monday, March 18, 2013


"REFLEJA EN LA CRUZ
Mis hermanos en Cristo,
 
Al entrar en la quinta semana de Cuaresma, es bueno reflexionar sobre nuestro viaje hasta ahora. Nos acercamos a la Semana Santa y se nos preparamos para la Pasión de Nuestro Señor en el que se unió a nuestro Salvador a través de todo su sufrimiento y glorificación. Durante esta temporada se nos anima a hacer nuestros propios sacrificios para Jesús, como el ayuno, dar a los pobres, y la entrega hasta indulgencias mundanas. Esto nos permite centrarnos más en Cristo crucificado. Durante esta temporada también hay una expectativa de fracaso: nadie es perfecto en este viaje. Pero el fracaso es parte de la Cuaresma. Cuando fallamos, podemos superar la culpa porque hemos fallado al Señor, pero no debería ser así. Al darse cuenta de nuestra propia humanidad en nuestra relación con Jesús sólo lo fortalece. Cuando tenemos éxito, o cuando nos quedamos cortos, todo se vuelve del todo acerca de Jesús y esa es la razón por la que experimentamos la Cuaresma. Es a través del fracaso que somos capaces de hacer los ajustes necesarios para continuar nuestro camino de fe y mejorar nosotros mismos. El primer paso en el arrepentimiento es admitir las deficiencias. La única manera de que esto puede lograrse es a través de un reconocimiento de que están allí en el primer lugar. Cuando se hace esto, entonces podemos seguir adelante transformados por la experiencia.

El otro día, un grupo de reclusos de la prisión estaban teniendo una discusión. Tuve la suerte de ser un participante. El tema se volvió hacia el pecado y la culpa terrible que muchos de ellos se sentía acerca de cómo se habían llevado a cabo en su vida. Nadie es perfecto y todos necesitamos ayuda. Todos nos volvimos a la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo en busca de inspiración. Durante su crucifixión, Jesús cayó tres veces y necesitaba ayuda para cargar su cruz. Estaba enviando un mensaje a todos nosotros con estos actos. Todos necesitamos ayuda alguna vez. No estamos solos en nuestros problemas y las circunstancias en que nos encontramos. Tenemos que trabajar juntos como comunidad y como una familia para superar nuestros obstáculos y transformarnos a nosotros mismos con Jesús. Nadie está realmente solo y no podemos comportarnos de esa manera. Si lo hacemos, nos volveremos a caer y fallar. El cristianismo hace hincapié en la familia y las relaciones. Es a través de estas relaciones que prosperar y crecer espiritualmente y mentalmente. Es nuestro sistema de apoyo que está siendo dirigida por Jesús Cristo.

Jesús tenía su propio sistema de apoyo a través de sus discípulos y de sus familias que proporcionaron la red necesaria para su ministerio. Esto continuó con los Apóstoles y todos aquellos que vinieron

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